El mercado inmobiliario se encuentra en estos momentos en la situación en la que el poder esta en la mano del comprador. Un exceso de oferta, la entrada en juego del banco malo y el fin de los beneficios fiscales, ha dado lugar a que el precio de la vivienda siga bajando sin parar y así los compradores tienen un amplio abanico de viviendas para elegir. Para el inversor es una oportunidad de jugar y negociar para alcanzar una compra que hace años no hubiese sido posible. Pero debemos tener en cuenta que dependiendo de la zona encontramos unos precios muy diferentes, incluso dentro de la misma ciudad dependiendo de “calle arriba o calle abajo” podemos encontrar precios que nada tienen que ver.

Debido a este mercado el vendedor muchas veces se ve forzado a la “oferta” ya que se ha convertido en algo usual la llamada del potencial comprador haciendo oferta o instando al propietario a que la haga. Empezando así una negociación entre agencia o propietario y el interesado o comprador.

Las agencias inmobiliarias comunican la posibilidad de realizar estas viviendas llamando o enviando un mail. Además el asesoramiento que las agencias hacen al propietario ayudarán a la venta más rápida y mantendrán la negociación con el interesado siempre buscando el mejor acuerdo para las dos partes.