Montar una franquicia es una manera de crear tu propio negocio basándote en la experiencia exitosa de otro empresario, en este caso el franquiciador.

La forma más extendida de encontrar ideas de negocio es simplemente copiar aquello que funciona bien y tratar de mejorarlo. Y la manera de hacerlo que facilita más las cosas, es optar por montar una franquicia.

Franquicias-Más-Rentables

 

Las franquicias son una buena opción para iniciar un negocio como autónomo, ya que facilitan la copia de un modelo de negocio que ha tenido un éxito demostrado y es una forma rápida y eficaz de ponerlo en marcha con ciertas garantías de rentabilidad.

 

¿Cómo funciona una franquicia?

Es un sistema de colaboración empresarial regulado mediante contrato privado entre dos partes:

– El franquiciador, que es la empresa que aporta el modelo de negocio: marca, imagen, experiencia, manuales, procesos, formación, asistencia…

– El franquiciado, que es el autónomo o sociedad independiente que va a gestionar ese modelo de negocio en una zona determinada a cambio del pago de una cuota.

Los contratos de franquicia regulan aspectos como la zona de actuación del franquiciado, la exclusividad territorial, la actividad, los objetivos de ventas, los servicios de apoyo a prestar por el franquiciador, la política de compras, el sistema de pagos, la vigencia y las causas de rescisión.

 

¿Por qué se han extendido tanto las franquicias?

Porque son una buena fórmula de crecimiento empresarial que aporta ventajas a las dos partes:

– Ventajas para el franquiciador: la franquicia le facilita una rápida expansión territorial apoyándose en la iniciativa empresarial de sus franquiciados, lo que reduce la inversión y los riesgos que asume el franquiciador. Además contribuye a rentabilizar las campañas de marketing, consolidar la marca en el mercado, optimizar los activos de la compañía y negociar mejores condiciones de compra.

– Ventajas para el franquiciado: reduce el riesgo asociado a poner en marcha un negocio ya que el franquiciador además de la marca le aportará el conocimiento, la formación y la asistencia necesarias, acceso a los proveedores del grupo y en ocasiones acceso a la financiación bancaria, lo que en su conjunto refuerza su competitividad y sus posibilidades de supervivencia y éxito.

 

Consejos para elegir franquicia

1. Investiga: debes recoger y analizar información sobre las empresas franquiciadoras existentes en la actividad que quieres realizar. Te recomendamos echar un vistazo a la Asociación Internacional de Franquicias, www.franchise.org, una organización «pro-franquicia» que está formada por franquiciadores.

2. Asesórate bien: no te creas todo lo que dicen los franquiciadores. Debes echar tus propias cuentas, contrastar sus datos e informes y medir las posibilidades reales de éxito del negocio en tu mercado local. Puedes visitar otros establecimientos franquiciados en otras ciudades.

3. Prepárate para que te seleccionen: las empresas franquiciadoras no firman un contrato con el primero que llega con el dinero necesario. Suelen seleccionar personas con capacidad de tener éxito, que cumplan con un determinado perfil de empresario autónomo.

4. Encuentra el local adecuado: ten cuidado porque una misma franquicia puede funcionar estupendamente en una calle y fracasar en la de al lado. Debes medir muy bien el atractivo comercial de cada local que visites hasta encontrar el adecuado.

5. Negocia bien el contrato de franquicia: consigue un contrato equilibrado y verdaderamente beneficioso para las dos partes.

 

Un ejemplo de franquicia es Adaix, una franquicia que trabaja cuatro áreas de servicios: inmobiliaria, seguros, adminsitración de fincas y servicios financieros. Se trata de una de las mejores de franquicias para invertir gracias a su modelo de negocio solvente y a la apuesta por la innovación tecnológica.

Si quieres formar parte de un sector rentable y lleno de oportunidades, la franquicia inmobilairia Adaix es la opción que estabas buscando.