Cada vez más empresas utilizan el método Job Shadowing entre sus empleados. La fórmula de trabajo es muy sencilla: cada nuevo empleado pasa un periodo de tiempo con otro más experto trabajando mano a mano, como si fuesen hermanos gemelos. Esa etapa como observador hace que el aprendizaje del novel sea más rápido y eficaz, y su integración entre sus compañeros, óptima. En Adaix somos muy conscientes de la importancia de la colaboración y la comunicación entre el equipo, por lo que apostamos firmemente por la integración de la plantilla y de los diferentes estratos dentro de la empresa, desde el rango más alto hasta el más bajo. Las buenas ideas, vengan de quien vengan, siempre son bien recibidas.

Esta filosofía de formación se apoya en que un buen porcentaje de lo que aprendemos lo hacemos a través de otros: asimilar conceptos o métodos de alguien más experto que tú en una materia es una excelente forma de gestionar el conocimiento interno de la compañía. A menudo, también se convierte en una experiencia internacional si coincide que la persona experta desempeña su puesto en otro país, lo que enriquece aún más este tipo de aprendizaje.

Sencilla pero eficaz, esta fórmula ha cambiado realmente la manera de trabajar dentro de multinacionales como Microsoft. «Hasta ahora solíamos decir que nuestros empleados aprendían un 70% en el puesto, un 20% de otros y un 10% como producto del aprendizaje clásico. Pero hemos evolucionado y la parte de aprendizaje de otros ha aumentado a través de programas de desarrollo como el Shadowing, afirman desde el gigante de la tecnología. Y el uso de estas herramientas se traduce, a su vez, en que al 98% de los empleados “les apasiona” el trabajo que hacen dentro de la compañía, según las encuestas internas de Microsoft, lo que aumenta el sentimiento de pertenencia a la organización.

Al trabajar en equipo se mejora la comunicación y la colaboración dentro de las organizaciones, se fomenta el aprendizaje compartido, se produce una mayor involucración en los procesos por parte de los empleados y se genera un mayor número de ideas. Además, aumenta el sentimiento de orgullo de pertenencia y el nivel de compromiso de los empleados.

Ese orgullo de pertenencia a la compañía y una buena organización, rompiendo barreras antiguas en los niveles de responsabilidad, logra que sobre una misma mesa se sienten representantes de distintos estratos de un departamento. La gran efectividad de un equipo se basa en su diversidad: cuanta más variedad de roles exista entre los miembros de un mismo equipo, mayor será su fortaleza y su potencial para alcanzar sus objetivos.

La importancia de los gerentes

El problema de no trabajar en equipo no siempre nace de los empleados de posicioneEl Job Shadowing, o cómo hacer que a tus empleados les apasiones su trabajos medias o bajas en una empresa, como se suele pensar, sino de las capas altas, que no incitan al trabajo en comunidad. Los gerentes no conocen necesariamente los factores que afectan a la efectividad de los equipos de trabajo. Un adecuado establecimiento de las competencias de los equipos es esencial para el adecuado funcionamiento de los procesos de gestión humana. Características como la composición del equipo, el diseño de la tarea, la heterogeneidad de los miembros o el contexto de la organización afectan a la eficiencia de los equipos.

Mejores resultados

La actuación de los equipos impacta de manera directa en los resultados de una compañía. En todas las empresas jóvenes predomina la idea general de que, mediante el trabajo en comunidad, se aumentan la productividad, y probablemente, los beneficios. Solo aquellas organizaciones que cuenten con equipos sólidos, bien preparados, que trabajen en sincronía, donde todos remen en una misma dirección y estén orientados hacia la consecución de unos objetivos en común, serán capaces de obtener buenos resultados y sobrevivir en el futuro.

Fuente: El País