Un estudio revela que los españoles dedican una media de 5,7 horas al mes al uso de las redes sociales. Facebook se ha convertido en un universo paralelo en el que millones de usuarios interaccionan cada día.
De esta forma podemos afirmar que es un gran soporte publicitario en cuanto a volumen de personas. Es una herramienta que permite además la segmentación del público en función de su edad, sexo, ubicación, intereses, interacciones sobre mensajes, imágenes y anuncios.
Teniendo en cuenta esto las empresas pueden captar a cliente potenciales a través de la red, y se han encontrado varias formas de hacerlo: con anuncios, con páginas de empresa y con páginas para campañas esporádicas.
Desde el sencillo “me gusta” de la fanpage a la página perfil en la que se cuelgan todos los anuncios, propagandas y comunicados de interés.
Las inmobiliarias ya usan su propia página en Facebook para promocionar las viviendas en venta, captando leads de buena calidad con estas técnicas, ya que el usuario ha aceptado intrínsicamente que quiere recibir información comercial, y además está ofreciendo datos tan interesantes como dónde vive, qué intereses tiene.
Lo mejor es hacer una publicación y esperar a que el propio usuario se ponga en contacto por su interés, a partir de ese momento se crea la conversación para satisfacer los intereses comunes de ambos.
El sentido común indica que si me inscrito en una oferta relacionada con viviendas en venta, lo que debo recibir a continuación es información sobre viviendas en mi zona, enviada por un profesional experto en mi zona, que busca una interacción conmigo, que soy el comprador. Toda una herramienta de captación se han vuelto las redes sociales, una oportunidad más de acercarse a los clientes y mantener una relación más cercana.