Son muchas las cualidades que se exigen a un agente inmobiliario, ya que dado su continuo contacto con los clientes se debe cuidar especialmente el trato comercial e incluso su propia imagen. A continuación os dejamos una breve reseña sobre algunas de estas recomendaciones en el trato personal con los clientes.
Sabe escuchar y es muy paciente, la EMPATÍA es su fuerte.
Debe ser sincero, claro y riguroso. Defender VALORES que se asiente en la transparencia, honradez y calidad humana.
Conoce el producto de forma exhaustiva, así como el contexto en el que se maneja (mercado, economía, sector inmobiliario, legislación vigente). Realiza su labor con una clara PROFESIONALIDAD y está en constante formación. Organizado y resolutivo creará objetivos y estrategias personalizadas para sus clientes.
La PASIÓN por la profesión es el mejor motor para conseguiruna una perfecta dedicación.
DOMINIO TECNOLÓGICO para saber manejar un sistema de gestión de clientes (CRM), contar con base de datos, sistemas de archivos y estar muy presente en las redes sociales.
Es indispensable que el agente inmobiliario sea un orador persuasivo, establezca una COMUNICACIÓN fluida y domine el arte de la NEGOCIACIÓN.
Tres cualidades fundamentales son la PERSEVERANCIA, la SEGURIDAD EN SÍ MISMO y la ASERTIVIDAD, lo que implica una elevada autoestima y una gran capacidad de resolución.
La imagen personal y los modales deben constatar una buena presencia, un SABER ESTAR que genere confianza y seguridad en el cliente.
Una actitud POSITIVA es fundamental, así como contar con cierta habilidad social a la hora de establecer vínculos con los clientes que expresen cierta cercanía.