Una enseña fuerte como Adaix, sujeta a una regulación estable, un local bien ubicado, la preparación del emprendedor y unos acuerdos económicos realistas con el franquiciador son algunas de las cuestiones que marcan la buena evolución de un establecimiento.
Los franquiciados son los emprendedores con una menor tasa de fracaso. Apenas el 25% echa el cierre antes de cumplir cinco años, frente al catastrófico 80% de los comercios independientes. No es casualidad que el número de establecimientos franquiciados, su facturación y el empleo que generan aumente año a año. En 2014, se contabilizaron en España 946 franquicias, un 1,15% más que el año anterior, que integran 69.376 establecimientos, un 11,8% más.
Eso no quiere decir que todo sea coser y cantar. Una franquicia puede fracasar. El riesgo es inferior, pero no inexistente.Las franquicias tienen una tasa de fracaso muy inferior a la media: el 25% cierra antes del quinto año
Pautas para ayudarte a tomar la elección:
Preparación previa
La primera de las cuestiones que determinan el éxito es una buena preparación previa. Esto incluye la elaboración de estudios de mercado que te ayuden a tomar la decisión en base a criterios objetivos como la existencia de demanda suficiente, y no sólo por simple intuición o por la convicción de que si un sector está de moda, por algo será.
La experiencia profesional y el conocimiento del sector juegan asimismo un papel importante. El éxito depende en un 20% de la enseña y en un 80% de las habilidades del franquiciado. Antes de lanzarte tendrás que enfrentarte a una autoevaluación que determine en qué sector de actividad te gustaría emprender, de qué dinero dispones para afrontar la inversión y si estás preparado para llevar adelante un negocio que está bajo el paraguas de una marca que tiene unas formas de operar testadas.
Una vez elegido el sector, deberás decidirte entre una de las cadenas que lo integran. A partir de aquí deberás contactar con el franquiciador de cada una de las enseñas elegidas y hacer un estudio individualizado consultando fuentes como el Registro Mercantil, el Registro de Franquiciadores, la Asociación Española de Franquiciadores, consultoras especializadas y otros franquiciados.
Ubicación del local
Una vez escogida la enseña, la ubicación es uno de los factores que determinan el éxito o fracaso de tu aventura como franquiciado. En la mayoría de los casos, será la propia franquicia la que apruebe o rechace la ubicación que has elegido para tu próximo negocio; y las más rigurosas podrán incluso vetarte como franquiciado de su firma por una mala elección del local o porque consideren que no estás preparado para llevar adelante ese proyecto. Recela, por tanto, de aquéllas que no se involucren en este asunto, porque esto podría significar que lo único que buscan es volumen de franquiciados para su propio beneficio, sin preocuparse de la sostenibilidad de sus socios.
Reconocimiento de la marca
Una franquicia aporta dos ventajas competitivas fundamentales: una marca reconocida y probada, y unos menores costes de compras. Si no se cumplen estas dos condiciones, ¿por qué no montar un comercio independiente? Como es lógico, aunque hay excepciones, las firmas más conocidas y con más años de experiencia suelen tener unos cánones de entrada elevados.
Pistas que te indican que ésa no es una buena franquicia
En ocasiones ocurre que hay negocios que se autodenominan franquicia sin serlo. Para desenmascararlos hay que fijarse en los factores que hacen de una franquicia lo que es: Deben ofrecer una asistencia técnica, una formación inicial y continua y otro tipo de apoyos. Si no cumple con estas condiciones básicas no es franquicia. Un crecimiento extraordinariamente rápido puede ser sintomático de deficiencias en el soporte y la formación a los franquiciados pero, de nuevo, no siempre es así.
Otra pista que debería ponerte alerta es el número de años que lleva operando en el mercado, la experiencia y el tiempo que lleve franquiciando. Es fundamental que toda enseña haya pasado por un proceso lógico antes de empezar a franquiciar, que consiste en probar el modelo de negocio en centros propios y sólo dar el paso a convertirse en una franquicia una vez que haya comprobado que el concepto tiene cabida en el mercado. Una marca que lleve menos de un año de operatividad y ya franquicie no es recomendable, entre otros motivos porque ni siquiera puede ofrecer una cuenta de explotación de los resultados del primer año.
Salud financiera de la enseña
Conviene informarse del estado económico de las franquicias que hayas preseleccionado. Si bien la relación entre franquiciador y franquiciado viene detallada en el contrato, siempre es preferible asociarse a una enseña que aporte ciertas garantías de futuro. Infórmate en blogs, foros, Registro Mercantil, asociaciones, boletines oficiales… Pregunta a otros franquiciados y deja que el sentido común te oriente sobre qué es información de calidad y qué es simplemente ruido.
Cuidado con las modas
Alrededor del 95% de las franquicias de cigarrillos electrónicos ya ha desaparecido, en buena parte, según reconocen desde la propia asociación del sector ANCE, por la falta de profesionalización de algunos establecimientos. A veces, descubrir que una cadena es pasajera es una misión muy compleja, tienes que fijarte tanto en el presente como prever su futuro inmediato y ver si tiene una buena proyección. Sin embargo, en ocasiones es difícil. Un ejemplo son las tiendas de revelado rápido que surgieron a principios de la década de 1990 y que ahora apenas existen. Cómo prever los cambios que estaban por llegar… No es fácil, pero es necesario que antes de lanzarte a poner en marcha una franquicia te fijes en la experiencia que tenga en el mercado y en su evolución.
Relación entre inversión inicial, cuotas y ‘royalties’
Existe un canon de entrada, un desembolso obligatorio, en la mayoría de las cadenas, por pertenecer a su red y recibir su know how. Este importe se suele cobrar una vez, al firmar el contrato, y tiende a ser fijo, aunque no siempre es así.
Contrato de franquicia
Este punto es relevante, especialmente para el franquiciador. Aunque parezcan contratos tipo, no lo son. Cualquier error de forma los hace inválidos y puede abrir la puerta a que una empresa de la competencia te ofrezca abandonar tu franquicia y unirte a ellos. Estas opas hostiles son más frecuentes de lo que parecen.
Sectores de crecimiento
Los sectores de la hostelería por ser un ámbito siempre interesante en España como consecuencia de la alta recepción de turismo; los que no necesitan local como las asesorías especializadas, las de desarrollo web, el coaching profesional, la asistencia domiciliaria y los trabajos comerciales, entre otros; la moda y los complementos; y los sectores de cosmética y perfumería, por su baja inversión y la agilidad en las aperturas.
Si quiere formar parte de un sector rentable y lleno de oportunidades, la franquicia inmobiliaria Adaix es la opción que estaba buscando.
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