Durante el pasado año 2013, más de 227.000 personas descubrieron que un familiar fallecido tenía contratado un seguro de vida que desconocían, y del que podrían ser beneficiarios.
Gracias al Registro de contratos de seguros de cobertura de fallecimiento, dependiente del Ministerio de Justicia, podemos conocer si una persona fallecida tenía contratado un seguro para caso de defunción.
Este Registro está activo desde 2007, y desde entonces, 767.632 personas se han enterado de que tenían derecho a cobrar un seguro de un familiar muerto.
Casi un tercio de las consultas hechas durante estos 7 años han tenido resultados positivos.
El Registro es público, y su finalidad es facilitar la información necesaria para que los posibles interesados puedan conocer si una persona fallecida tenía contratado un seguro para caso de fallecimiento, así como la entidad aseguradora con la que lo hubiese contratado. De esta manera, se permite comprobar si se figura como beneficiario y, en su caso, reclamar a la entidad aseguradora la prestación derivada del contrato.
Cualquier persona que considere que puede ser beneficiario de un seguro de vida puede realizar una consulta pasados 15 días hábiles desde la defunción. Para ello, será necesario acreditar tal circunstancia y completar una solicitud.
Los contratos de seguro que figuran en el Registro son:
- Seguros de vida, con cobertura de fallecimiento.
- Seguros de accidentes, en los que se cubra la contingencia de la muerte del asegurado, ya se trate de pólizas individuales o colectivas.
El plazo durante el que estarán disponibles los datos en el Registro será de cinco años contados desde la fecha de fallecimiento. No obstante, los datos relativos a contratos cuyas prestaciones hayan sido satisfechas por la entidad o entidades aseguradoras se cancelarán del Registro tan pronto como al órgano encargado de su gestión le sea comunicada tal circunstancia por la entidad aseguradora.
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