En Adaix Group nos gusta estar al tanto de toda la información e innovación que va apareciendo, en este caso en el sector de las viviendas, más concretamente sobre los materiales de construcción alternativos a los actuales.

Desde Adaix nos preocupamos muy seriamente por el medio ambiente, por eso hoy os traemos lo que podría ser una manera de ahorrar costes en el aislamiento de nuevas construcciones, pero también para la restauración de edificios.

Investigadoras de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han desarrollado un compuesto a partir de darle una segunda vida a la ropa y a los tejidos que han sido desechados por falta de uso. De esta manera conseguimos que vuelvan a la cadena productiva como un refuerzo aislante para las casas, reduciendo así el consumo energético y las emisiones de CO2 a la atmósfera.

Este nuevo producto tendría menos peso y mejores prestaciones acústicas y térmicas frente a los trasdosados que se continúan usando actualmente como son los conglomerados de cemento o el yeso laminado). Se pueden obtener paneles de fibras textiles que pueden emplearse en techos como en parámetros verticales.

Lo más llamativo de este futuro compuesto es que no solo está dirigido para las nuevas construcciones, sino que supondría un recorte del gasto para aquellos edificios que necesitan una rehabilitación. Se usan para ello unos compuestos que no tienen ningún tratamiento en especial, puesto que ya han pasado un control de calidad en su primer uso, lo que nos asegura un importante abaratamiento de los costes al estar compuesto por retales de tejidos e hilos.

A pesar de que el material aún está en bases de desarrollo, se ha podido ver que este material también podría actuar como un aislante térmico, lo que conllevaría a una bajada de las emisiones de CO2 y del consumo energético al ahorrar en sistemas de refrigeración y calefacción de los edificios. Bajando los niveles de gases efecto invernadero, mejorando el confort térmico y acústico de los edificios.

Estamos hablando de una bajada importante de las emisiones perjudiciales para el medio ambiente que el ser humano emite cada día a nuestro entorno. Se sabe que los tejidos textiles son altamente inflamables, pero la investigación también recoge este punto, por lo que han considerado que deberán ir cubiertos de cal (o un compuesto similar), lo que les dotará de una elevada resistencia a la acción del fuego.

Debemos dejar atrás los materiales de construcción que debilitan al planeta, para dejar paso a nuevos materiales como los tejidos textiles, que en su segunda vida tras el proceso de reciclado, beneficia a que el ser humano conviva con el medio ambiente sin perjudicarlo.

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